Este espacio de tiempo ayuda a reflexionar la decisión tomada bajo las condiciones cotidianas, viviéndola acompañada en la tensión entre acción y contemplación. En el camino hasta la vinculación definitiva se renueva los votos cuatro veces por un año y una vez para dos años. En continuación está el compromiso para realizar la consagración de la vida.
La consagración de la vida es una decisión libre, responsable y definitiva para llevar una vida consagrada a Dios en el Instituto benedictino-misionero de San Bonifacio,
creciendo en el amor a la Iglesia y a los pobres y
dando un testimonio auténtico en la realidad de la vida ordinaria.